Pa’ tii
Eres mi todo, mi pan, mi vino la fuente de mis deseos. Eres mi paz, mi mar en calma, eres la brisa suave que besa mi cara, mi mirada queda inmóvil, en la tormenta de tu pelo, cuando descansa en mi almohada.
Y si algún día te vas, te mueres, y yo todavía estoy vivo, espera, detente un instante, ¡no quiero quedarme solo!, he de morir contigo.
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